martes, 20 de octubre de 2015

Actividad 2 - SISTEMA EDUCATIVO: ESPAÑA vs. FINLANDIA



                       

Esta vez toca hablar de la diferencia entre España y Finlandia en cuanto a educación se refiere. Los últimos informes PISA sitúan a Finlandia a la cabeza como uno de los países con el mejor sistema educativo; España, por el contrario, no se encuentra ni entre los 15 primeros países de la lista. El otro día en clase vimos un documental muy interesante que te metía directamente en las aulas de Finlandia para poder ver y entender en primera persona la clave del éxito educativo. 

A la hora de comparar entre el sistema educativo de España y el de Finlandia, se podría hablar de una oposición de metodologías: tradicional vs. innovadora. En líneas generales, la forma en la que Finlandia entiende la educación es totalmente opuesta a forma de entenderla que tenemos en España. Ya lo dicen en el propio documental, que uno de los puntos fuerte de Finlandia (y el que hace que todo lo demás funcione) es que existe un consenso entre todos los miembros que forman parte del sistema (políticos, profesores, etc.), y es que buscan el mismo objetivo: una educación de calidad. Además, su sistema está pensado para que sea el mismo para todo el mundo, sin importar su clase o condición social.
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La estructura de los años escolares

En Finlandia:

Los niños empiezan la enseñanza obligatoria a los 7 años, ésa es la edad donde se comienza la escuela comprensiva (primaria) que finaliza a los 16.
Despúes aparece lo que se llama escuela superior (lo que ellos denominan upper secondary) que va de los 16 a los 18 años. Aquí los adolescentes ya se ven obligados a tomar sus primeras decisiones como personas independientes. Tienen dos opciones: 1) seguir recibiendo una educación académica o 2) empezar a estudiar en una escuela vocacional. Mientras que la primera se refiere a una formación teórica que continua lo enseñado hasta entonces, la segunda hace referencia a un tipo de escuela donde los adolescentes son preparados para desempeñar un trabajo (teoría vs. práctica).

En España:

La primera forma de enseñanza obligatoria en España es educación primaria, que va de los 6 a los 12 años.
Despúes los alumnos tienen que afrontar un nuevo reto: el insituto. En estos centros se desempeña la E.S.O (Enseñanza Secundaria Obligatoria) que cubre de los 12 a los 16 años. 

Una vez acabada esta enseñanza obligatoria, los alumnos pueden seguir dos vertientes (ahora ya totalmente opcionales): cursar el Bachillerato (de los 16 a los 18 años), o meterse a hacer una FP (ciclo de Formación Profesional). Este último tiene dos vertientes: el grado medio para estudiantes que solo tengan la E.S.O, y el grado superior para lo que terminaron su formación en Bachillerato.

Parece que la diferencia entre planteamientos, al menos a efectos prácticos está claro: uno te deja decidir qué quieres hacer con tu vida y te prepara para el mundo laboral; el otro te obliga a permanecer en la escuela hasta los 16 sin darte ninguna garantía de formación y además sin opción a decidir libremente. 

Una educación flexible

Al ver el documental, una de las primeras cosas que me llama la atención en comparación con el sistema educativo es la flexibilidad que existe para todo. Los profesores tienen total libertad para organizar sus clases de la manera que prefieran y para usar los elementos y materiales que crean más convenientes.
En Finlandia los estudiantes tienen la libertad de decidir qué asignaturas quieren cursar cada año. Como explicaban ellos mismos, eso permite que haya una gran flexibilidad en los años de estudio y no todo el mundo termina de estudiar al mismo tiempo. Dependiendo de cómo te organices cada año académico puedes tener 3 ó 4 clases en total, y eso condicionará si acabas tu educación en 2, 3 ó 4 años.
En España todo está mucho más controlado y sistematizado. ¿Os imagináis una educación en España donde no exista un estrés continuo de horas lectivas 6 horas al día 5 días a la semana? Yo me lo imagino, y pensando en mis años de estudiante de secundaria puedo decir que probablemente haber podido decidir cómo quería que se organizasen mis días en clase me hubiese hecho mucho más feliz. Aquí cumplimos unos horarios muy estrictos en cuanto a horas lectivas se refiere: en secundaria, todos los centros tienen un horario que cubren 6 horas lectivas al día, de lunes a viernes, y con un periodo de descanso (recreo) que varía entre los 20 y 30 minutos. Los alumnos tampoco tienen la opción de decidir las asignaturas que quieren estudiar cada año; éstas y sus contenidos están fijados por el gobierno y no hay posibilidad de que cada alumno se configure sus años escolares como prefiera.


Centrarse más en la calidad que en la cantidad

En Finlandia nada se hace a gran escala. Los colegios por lo general son pequeños y las clases constan de una media de 20 alumnos por aula, lo cual permite que el profesor pueda atender mejor las necesidades de cada alumno al no verse. 
El número de horas de clase diarias varía dependiendo de las asignaturas que haya decidido tener cada alumno, pero suelen ser bastante reducidas. Por lo general, los alumnos de secundaria suelen tener unas 4 horas de clase al día. Por lo tanto, un día normal en la vida de cualquier estudiante finés consiste en entrar a clase sobre las 8 de la mañana y salir a eso de las 10 u 11 de la mañana.
Hagamos unos cálculos rápidos...si pensamos en el tamaño (y en la cantidad) de grupos que existe en un instituto público español cualquiera, al que tú mismo fuiste por ejemplo, la media de alumnos por aula oscila entre los 25 y los 30 alumnos; además de que existen centros en los que hay grupos que van desde la A hasta la F o incluso la G. Eso quiere decir que en un mismo centro puede haber unos 175 - 210 cursando (por ejemplo) 1º de la E.S.O. Con unas aulas tan masificadas es complicado que el profesor pueda atender todas las necesidades de sus alumnos, y seguramente muchos de ellos se sientan desatendidos (lo que por otra parte provoca desánimo y desinterés).

En Finlandia el objetivo es que el aula se convierta en un laboratorio que sirva para el aprendizaje continuo de conocimientos y de experiencias. Las clases están diseñadas para enseñar a los estudiantes a pensar, una manera de su hacer que se involucren en un aprendizaje activo.

Lo que se hace bien con los estudiantes

Se tienen muy en cuenta las necesidades de los estudiantes como individuos. Aparte de dejarles la libertad y autonomía de decidir cómo configurar sus estudios, se respeta y se valora enormemente que hagan lo que más les interesa y les inspira: todos los trabajos son igualmente respetados y valorados. En este sentido, la mayoría de estudiantes que participaron en el documental afirmaron que prefieren hacer lo que aman y les hace feliz, antes que ganar mucho dinero.
Añadido a esta esfera de positivismo educativo se encuentra el hecho de que los niños no llegan a casa cargados de tareas. Un estudiante de 3º de la E.S.O en Finlandia no dedica más de 3 ó 4 horas a la semana (¡a la semana!) en hacer los deberes. Ni si quiera tienen que ocupar todas sus tardes a hacer tareas. Parece de locos, ¿verdad?. ¡3 horas! Eso es sólo un poco más de lo que dedica A DIARIO cada estudiante español a sus deberes, ¿no?. Lo que es más, los padres fineses tampoco son tan controladores como los de aquí. No se preocupan tanto por si los hijos han hecho sus deberes o no... Imaginad una madre que no te diga después de comer "¿qué tienes hoy de deberes?". Desde luego la presión es mucho menor... Es cierto que en los años de upper secondary la carga de trabajo se incrementa, pero seguramente no lo haga al mismo nivel que en España.

¿Y qué pasa si eres mal estudiante? ¿qué pasa si tienes problemas de aprendizaje? ¿y si te cuesta seguir la clase?: intervención temprana. Se abordan los casos de niños a los que se les identifican problemas para seguir el ritmo de clase a edades muy tempranas. La idea es intentar averiguar por qué ese alumno no puede ir al nivel del resto de sus compañeros, para así poderle enseñar de otra manera distinta. Por lo tanto, no sólo se ataja el problema antes de que tengas 16 años y sea imposible una reintegración... sino que, además, se buscan formas alternativas para que aprendas sin dificultades. ¿Alguien se puede imaginar eso sucediendo España? A mi sinceramente me cuesta trabajo...


Los profesores

La profesión de profesor es muy respetada en Finlandia, son profesionales que gozan de gran prestigio. Llegar a ser docente es un largo proceso en el que el futuro profesor tiene que estudiar 3 años de carrera y dos de máster. Puede parecer que en España la situación es similar: para ser profesor de secundaria se requiere una carrera (especialidad) de 4 años y un máster de 1 año. Pues no es tan similar... En el documental explican que en Finlandia la competencia es tan alta que no se acepta a todo el mundo en la universidad. ¡Ni si quiera tener un buen expediente te garantiza una plaza en la universidad! Es de esperar entonces que aquellos que lo logran son personas con altas capacidades y muchas ganas de desempeñar ese trabajo.

El proceso de formación de los profesores también es muy distinto. En Finlandia reciben muchas más horas de prácticas: mucha más experiencia real en el aula; además de lo cual reciben la ayuda de un profesor experimentado que les guían y les instruyen en cómo ser mejores profesores.


La forma en la que los profesores de Finlandia abordan las clases dista bastante de los modelos tradicionales. En clase, los primeros minutos se destinan a mantener un coloquio distendido que ayuda a entrar en materia (los alumnos no se sienten presionados sino relajados), y los profesores usan distintas formas de abordar los temas: todo destinado a conseguir la atención de los alumnos. Para los profesores fineses es muy importante el trato cercano, la comunicación y la interacción con los alumnos. El planteamiento es muy distinto al Español; lo importante en Finlandia no son los exámenes (de hecho casi no hay examenes), sino enseñar a que los alumnos puedan aprender a pensar. El rol que el profesor finés desempeña en el aula y el espacio de tiempo que ocupa hablando tampoco tiene nada que ver con aquel de España. En Finlandia se valora mucho más que los alumnos contribuyan en la clase, que lo que aporta el profesor al aula; para ellos una buena clase es esa en la que el profesor no hable más del 40% del tiempo, y que sean los alumnos los que aporten cosas el 60% del tiempo restante.
En España el peso de la clase recae casi al 100% en el profesor. Los alumnos pueden ocupar tiempo resolviendo actividades o realizando tareas en grupo, pero lo que se espera es que el profesor cubra la mayoría del tiempo de clase explicando y aportando contenidos.



Está claro que las diferencias son MUCHAS y que aún nos quedan muchas cosas por hacer...



Fuentes adicionales:

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